La información de esta experiencia fue recogida entre 2015-2016
Dirigida a todos los niños menores de 6 años, la PAIPI fue aprobada por unanimidad en Consejo de Ministros en agosto del 2012 (Decreto Ejecutivo PCM 031-2012) con el objetivo de promover el aseguramiento del cumplimiento de los derechos de la primera infancia, la formación del capital humano futuro y el logro de los compromisos asumidos por el Estado de Honduras con este grupo poblacional, desde un enfoque de derechos y corresponsabilidad. Parte de reconocer que el entorno familiar de un niño es fundamental para el desarrollo de sus habilidades y que la intervención temprana destinada a remediar algunas diferencias entre las familias contribuye a reducir la desigualdad (Gobierno de la República de Honduras, 2015).
Es el resultado de un largo proceso de consulta y consenso con diferentes actores, tanto gubernamentales como de la sociedad civil y agencias internacionales, incluyendo la participación de familias y
y niños de 4 a 6 años, que concluye con la conformación del Comité Intersectorial para la Atención de la Primera Infancia (CIAPI) por parte de las Secretarías de Educación, Salud, Desarrollo Social, Secretaría de Coordinación General de Gobierno (antes Secretaría Técnica de Planificación y Cooperación Externa), Despacho de la Presidencia, Teletón y Visión Mundial, el Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (INHFA), además de organizaciones de la sociedad civil y agencias internacionales (UNICEF, OEI y Save The Children, entre otras) (Gobierno de la República de Honduras, 2013).
Também é elaborado o Plan Estratégico de la PAIPI 2014-2025, que establece como meta lograr, para esa fecha, que la primera infancia de Honduras reciba atención integral que asegure el cumplimiento de sus derechos. Para ello, define 5 áreas de acción (Gobierno de la República de Honduras, 2013).
En primer lugar, en el área de salud, se definen tres componentes para asegurar que la madre gestante y la primera infancia se desarrollen en un ambiente saludable: a) Atención materno-infantil (capacitación domiciliaria, hogares maternos, atención personalizada del parto, vacunación, reducción mortalidad infantil, atención odontológica); b) Acceso a agua potable y saneamiento; c) Atención a población vulnerable (enfermedades de transmisión sexual, equipos itinerantes multidisciplinarios, coordinación de programas de formación).
En segundo lugar, en el área de educación, se establecen dos componentes para brindar servicios educativos de calidad: a) Educación para formadores de primera infancia (formación, acreditación y certificación, Plan de información, educación y comunicación sobre la importancia de la atención integral a la primera infancia); b) Calidad y cobertura de la educación inicial (currículo, fortalecimiento de instituciones y ampliación de programas alternativos).
En tercer lugar, en el área de sSeguridad alimentaria y nutricional , se definen dos componentes para asegurar el acceso a una alimentación y nutrición óptima y segura: a) Seguridad alimentaria (institucionalizar los estándares de crecimiento de OPS/OMS, espacio de articulación y coordinación de las políticas); b) Fortalecimiento institucional (prevención de problemas futuros).
En cuarto lugar, en el área de protección, se establecen dos componentes para crear las condiciones sociales que contribuyen al bienestar de la primera infancia vulnerable: a) Garantía de derechos fundamentales (registro y Sistema de Registro Nacional de la Primera Infancia (RENPI); b) Servicios de protección (acogimiento comunitario temporal, centros de atención integral compatibles con la jornada laboral y protección especial).
Finalmente, en el área de recreación y formación de valores, se definen dos componentes para impulsar las condiciones necesarias que permitan desarrollar el juego, la participación y los valores con el aporte de la familia y la comunidad: a) Espacios culturales y recreativos (construcción y mejora); b) Formación en valores para las familias y trabajadores del cuidado infantil.
Además, el Plan define un Eje transversal de planificación, encargado de elaborar Planes de Acción para cada período gubernamental, realizar diagnósticos situacionales, intercambios y sistematización de experiencias y establecer los criterios de calidad y acreditación para la atención integral de la primera infancia (Gobierno de la República de Honduras, 2013).
Actualmente la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social es el ente rector del CIAPI y de las políticas sociales (antes la institución rectora de la política era la CIAPI). Sin embargo, para cada área, el Plan Estratégico identifica a los actores institucionales involucrados y socios potenciales (tanto gubernamentales como de la sociedad civil). Además, estableció los mecanismos que se consideraron centrales para asegurar la coordinación interinstitucional (Gobierno de la República de Honduras, 2013): a) Municipalización de responsabilidades (incluyendo la participación de OSC); b) Concertación y cohesión de esfuerzos haciendo uso de espacios de coordinación e incidencia del Gobierno como las Mesas Regionales y las Mancomunidades, entre otros; c) Incidencia política, asignación de responsabilidades dentro del CIAPI y generación de proyectos conjuntos; d) Sistematización de experiencias y proyectos del CIAPI; e) Gestión focalizada de la información a través de una plataforma virtual del CIAPI; f) Mapeo de actores al inicio de cada gobierno.
PAIPI fue diseñada considerando las circunstancias políticas, económicas y sociales del país, donde la reducción de la pobreza fue muy lenta, pasando entre 2001 y 2009 de 63,7% a 58,8%, y sigue afectando en mayor medida a la población indígena y rural. Para cada área de acción, el Plan Estratégico definió una meta al 2025 e indicadores para los períodos 2014-2017, 2018-2021 y 2022-2025. Sin embargo, aún no se cuenta con información disponible acerca del nivel de cumplimiento de dichas metas ni de evaluaciones que efectivamente hayan sido realizadas. Tampoco ha sido posible recabar información relativa al financiamiento de la política.
Los datos disponibles permiten identificar aún desafíos en materia de cobertura de las políticas de primera infancia. A modo de ejemplo, pese a los avances, para 2015 solo un 72% de los partos son institucionalizados y la cobertura de atención postnatal es del 66% (Secretaría de Salud de Honduras). La tasa de mortalidad infantil, de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDESA) 2011-2012, aún se ubica en 24 por mil nacidos vivos, si bien presenta un fuerte descenso, al compararla con los datos de 2005-2006, especialmente en relación con la mortalidad infantil postneonatal (de 10 a 6 por mil) y en las áreas rurales (de 33 a 23 por mil). Al contrario, en la zona urbana se observa un aumento de 24 a 25 por mil y aún se presentan fuertes disparidades regionales, con zonas como Islas de Bahía y Gracias a Dios con tasas de mortalidad infantil que se ubican en 63 y 51 por mil, respectivamente. En relación a la educación inicial y cuidado existen dos ciclos: el primero cubre a la población infantil menor de 4 años de edad y el segundo, a los niños de 4 a 6 años de edad (educación prebásica). La Ley Fundamental de Educación contempla la obligatoriedad solamente de un año de educación prebásica (art. 8). Solo el 1,5% accede al primer ciclo mientras que para los niños de 4 años la cobertura alcanza el 44,2% en 2009 (Gobierno de la República de Honduras, 2015). En el caso de los niños de 5 años, el estudio realizado por Schady muestra que en 2010 la cobertura era del 70%, lo que representa un aumento del 103% con respecto a 1999 pero con una reducción de la brecha entre el primer y el quinto quintil de solo el 7% (Schady, 2015).
Por otro lado, los servicios enfrentan importantes desafíos de calidad (Berlinski & Schady, 2015) y el país no cuenta con la oportunidad de formación profesional para atender en forma integral a la primera infancia (Gobierno de la República de Honduras, 2015). Al respecto, destaca que en el marco de la PAIPI, se han realizado acciones para la elaboración y validación de los currículos para niños menores de 4 años y se avanzó en la definición de la Guía Metodológica para los Centros Comunitarios de Educación Prebásica (CCEPREB), que representan el 47% del servicio educativo prebásico a nivel nacional, como instrumento que regula, orienta y dirige la labor educativa que se realiza en los centros de atención a la primera infancia del país (Gobierno de la República de Honduras, 2015). Además, en dichos CCEPREB se implementa desde 2004 la metodología “Juego y Aprendo”, desarrollada por la Fundación para la Educación Ricardo Ernesto Maduro Andreu (FEREMA). Esta metodología se encuentra alineada con el Currículum Nacional de Educación Prebásica, incluye material que orienta al educador sobre cómo implementarla en el aula y es reconocida oficialmente por la Secretaría de Educación de Honduras. Análisis realizados por organismos como el BID (2014), consultores independientes y evaluaciones estandarizadas realizadas por la Secretaría de Educación permiten demostrar el impacto positivo en el desempeño de los niños que asisten a un CCEPREB en relación a los niños que asisten a un jardín oficial.
Você está em:
Honduras
Convención Internacional sobre los Derechos del Niño
Declaración de Medellín de la Organización Mundial para la Educación Prescolar
Metas Educativas 2021. La educación que queremos para la generación de los Bicentenarios
Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de Naciones Unidas
Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas
Observación General No. 7 Realización de los derechos del niño en la primera infancia