La Agenda propuesta en ese especial es un instrumento de incidencia a disposición de todos los países de la región, resultado de un proceso de construcción colectiva convocado por Movimiento Todos Pela EducAcción, FundAcción Maria Cecília Souto Vidigal y el Diálogo Interamericano, con el apoyo de la Fundación Bernard Van Leer y de la Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la educación (Reduca).
El trabajo, desarrollado entre el 14 y el 16 de septiembre de 2015, en San Pablo, Brasil, reunió representantes de cada país, que participaron de debates y definieron consensos, culminando con la definición de cinco temas centrales y urgentes, entre los cuales dos son transversales al resto.
Dentro de cada tema se presentan cinco acciones que deben llevar adelante tanto los actores gubernamentales como no gubernamentales para avanzar hacia la concreción de los objetivos, bien como las correlaciones entre ellas.
Elaborar un relevamiento de buenas prácticas sobre indicadores e instrumentos de desarrollo de la Primera Infancia para cada dimensión. Generar un conjunto de indicadores que respondan a las metas definidas en el punto 1.3., que se ponga a consideración del Gobierno y del grupo de trabajo permanente para su aprobación.
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1.31.4Definir la autoridad rectora (puede ser un organismo existente o puede implicar la creación de una nueva institución), con manejo presupuestario propio (y veto sobre los presupuestos sectoriales), respaldo presidencial y capacidad técnica, cuyo objetivo se centre en articular las políticas de DIPI.
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2.2Desarrollo del Plan Nacional de Primera Infancia, que explicite los componentes que conforman la política nacional y las rutas críticas entre ellos, defina las estructuras y roles institucionales sectoriales e interjurisdiccionales, sirva como base para monitorear y evaluar el cumplimiento de las metas previstas en el plan e informar regularmente a la sociedad sobre los avances del Plan Nacional de Primera Infancia.
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2.1Sistematizar la evidencia disponible, a partir de las lecciones aprendidas de la experiencia internacional y local, acerca de qué implica la calidad en los servicios de Desarrollo Integral de la Primera Infancia y, a continuación, definir los estándares de calidad que den cuenta de los procesos de interacción entre niños y adultos en todos los servicios de DIPI, sobre la base del relevamiento (3.1.) y de las metas (1.3.) e indicadores (1.5.), partiendo de un enfoque de derechos.
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1.2 1.31.41.5Diseñar un esquema de incentivos con distribución de recursos y acompañamiento técnico para los actores locales, en base a un diagnóstico de las capacidades y responsabilidades institucionales en el territorio.
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2.3Crear un proceso de monitoreo para asegurar el cumplimiento de los estándares de calidad con alarmas tempranas y mecanismos de retroalimentación continua, incorporando la participación de las familias, que se plasme en la conformación de un sistema integrado de información social.
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1.43.1Crear un sistema de gestión de la calidad que asegure que se implementen los estándares definidos en el punto 3.1., validado por el comité técnico, que abarque tanto los recursos humanos como la información (3.3.) y el presupuesto (a través de mecanismos de incentivos como los descritos a continuación en el punto 3.2.).
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1.4 2.33.23.4Desarrollar un sistema integrado de información que permita el seguimiento de la atención de cada niño, que logre la compatibilidad de las distintas bases de datos, que permita el cruce de informaciones, y establezca en las distintas instituciones una cultura del registro de la información y de la propia práctica.
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2.33.3Propiciar la generación de pactos que reflejen consensos e instancias de cooperación entre los diversos actores. Esto puede realizarse a través de la generación de diálogos que, a través de un proceso de facilitación, plasmen acuerdos básicos que sean vinculantes para los distintos actores de la coalición (u otras modalidades que cada gobierno puede estimar pertinente).
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4.1Generar un proceso de movilización social fuerte, organizado, competente y validado por los miembros de la coalición y otros actores que se determinen relevantes. Esto puede realizarse a través de campañas, reuniones u otras formas de participación que serán evaluadas como pertinentes de acuerdo a cada contexto.
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4.1El detalle de la agenda de acción para la región de América Latina aquí presentado conlleva diversas implicancias para cada uno de los países. A continuación, se plantean los desafíos más relevantes que pueden surgir y las condiciones necesarias para su superación.
El puntapié inicial debe ser la constitución de la coalición socio-política (punto 4.1) que deberá generarse a partir de los colectivos ya existentes en los distintos países. El eje central del trabajo deberá ser la generación de consensos en torno a la relevancia del Dipi, para que éste se constituya como un tema prioritario en el debate público y en la agenda de políticas partiendo de una concepción integral basada en el enfoque de derechos.
Es importante notar que, si bien probablemente la coalición sociopolítica tendrá un rol mucho más visible en los países donde el Dipi no cuente con grandes avances, también es central su consolidación en aquellos países que ya han priorizado el tema en la agenda política y se encuentran implementando estrategias con pretensiones de integralidad (y por eso es uno de los temas transversales en la agenda, especialmente en su rol de propulsor de espacios participativos).
En los países donde el Dipi cuente con cierto nivel de avance, pero que aún presente deudas pendientes en cuanto a la integralidad de su enfoque, será fundamental avanzar en la creación o el fortalecimiento de la autoridad rectora (punto 2.3.).
En los países que han logrado generar e implementar estrategias integrales persisten desafíos sobre la sintonía fina de las intervenciones, lo cual supone conocer mejor qué funciona y cómo para que las políticas de Dipi sean oportunas y adecuadas (5.2.)
En paralelo, resulta fundamental la elaboración participativa del Plan Nacional de Primera Infancia (2.2.), que se constituya a partir de una sólida definición de metas (1.2.) e indicadores (1.5.) de Dipi, además de un consenso en torno a lo que significa la calidad en los servicios de Dipi (3.1.). En la implementación del Plan Nacional de Primera Infancia será crucial tomar en consideración las diversas capacidades de gestión, tanto en los distintos sectores del nivel nacional de gobierno, como en los niveles subnacionales. Para ello, el esquema de incentivos (con transferencias de recursos y acompañamientos en la gestión, punto 3.2.) resulta una herramienta central para asegurar que los estándares de calidad (3.1.) se cumplan de forma homogénea en todo el territorio y que, de esta forma, se garantice el efectivo goce de derechos de todos los niños.
El uso de un lenguaje que no discrimine por género es una de las preocupaciones de las autoras. Sin embargo, dado no hay acuerdo sobre la manera de hacerlo en castellano y con el fin de evitar la sobrecarga gráfica que supondría utilizar el femenino y masculino en simultáneo para visibilizar la existencia de ambos géneros, se ha optado por emplear el genérico tradicional masculino. Se entiende que todas las menciones en genérico representan siempre a varones y mujeres, salvo cuando se especifique lo contrario.