La información de esta experiencia fue recogida entre 2015-2016
La Estrategia de Atención Integral a la Primera Infancia “De Cero a Siempre” fue creada en 2012 con la misión de promover y garantizar el desarrollo infantil de los niños en su primera infancia, a través de un trabajo unificado e intersectorial basado en la perspectiva de derechos. Está destinada a todos los niños de 0 a 5 años y sus familias. Busca garantizar el cumplimiento de sus derechos, definir una política de largo plazo de calidad que sea técnica y financieramente sostenible, sensibilizar a la sociedad colombiana y fortalecer el rol de la familia como actor fundamental.
El desarrollo integral se entiende centrado en las necesidades del niño a partir de 5 estructurantes cuidado y crianza; salud, alimentación y nutrición; educación inicial; recreación; ejercicio de la ciudadanía y participación. Estos 5 estructurantes deben ser trabajados en cuatro entornos: hogar, salud, educación y espacios públicos (Repetto F. , 2014).
Para llevar adelante estos objetivos, cuenta con 5 líneas de acción. Su desarrollo, demandó la organización de mesas técnicas específicas que asumieron la producción de contenidos y herramientas de gestión (Gobierno de Colombia, 2014):
1.Gestão territorial: especialización de la arquitectura institucional y el fortalecimiento de capacidades de los servidores públicos locales, así como promoción de la descentralización y autonomía territorial. Se acompañaron 274 entidades territoriales, 150 de las cuales lograron diseñar la Ruta Integral de Atenciones que trazan el camino de acciones estratégicas y su entramado de relaciones.
2. Calidad y cobertura de las atenciones: humanización de la atención, la flexibilización de las atenciones de acuerdo con las particularidades de la población y del contexto, la cualificación del talento humano y el ajuste y revisión de la calidad y cobertura de la oferta de servicios. Se avanzó en la definición de estándares en salud y educación inicial y en la formación y cualificación del talento humano, a cargo de cada sector. En materia de cobertura, se logró que 1.040.351 niños cuenten con educación inicial y que, complementariamente, 936 734 asistan a hogares tradicionales del ICBF. Se construyeron 74 nuevos Centros de Desarrollo Infantil y se hizo entrega de libros y materiales. En relación a la cobertura en salud, 4.081.320 niños menores de seis años se encontraban afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud. Y 365.041 niños se encuentran inscriptos en la Red Unidos, la estrategia para la superación de la pobreza extrema del Gobierno Nacional.
3. Seguimiento y evaluación de la política: un ejercicio permanente de revisión de los instrumentos y acciones de política con el fin de hacer los ajustes necesarios para cumplir con el objetivo de la atención integral. Se avanzó en el robustecimiento del Sistema Único de Información de la Niñez (SUIN) en cabeza del Sistema Nacional de Bienestar Familia (SNBF), que contiene información online por entidad territorial de diversos indicadores para primera infancia y el Sistema de Seguimiento Niño a Niño (SSNN), que inició su operación a finales de 2015, si bien continúa con un proceso de ajustes en relación a la calidad de los datos.
4. Movilización social: generar transformaciones culturales e influir en imaginarios sociales donde la niñez efectivamente sea lo primero. Su principal resultado es el acuerdo social que se plasma en el libro Fundamentos políticos, técnicos y de gestión de la Estrategia.
5. Generación de conocimiento: orientación de esfuerzos para propiciar nuevas construcciones de sentido que se apoyen en el conocimiento científico, en los saberes de las comunidades y en las nuevas tecnologías. Se coordinó la realización de varios estudios.
La Estrategia optó por una estructura de rectoría colegiada: la Comisión Intersectorial para la Primera Infancia, que articula los diferentes sectores y niveles de gobierno. Está compuesta por los Ministros de Salud, Cultura, Educación y Bienestar Familiar y los directores del Departamento Nacional de Planeación, el Departamento para la Prosperidad Social y la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema y es presidida por la Alta Consejería Presidencial para Programas Especiales de la Presidencia de la Nación (Gobierno de Colombia, 2015).
Su función es coordinar y armonizar las políticas, planes, programas y acciones necesarias para la ejecución de la atención integral a la primera infancia, siendo ésta la instancia de concertación entre los diferentes sectores involucrados. Además, debe establecer lineamientos para la priorización en la primera infancia de la inversión en el gasto público nacional y territorial y el establecimiento de esquemas de cofinanciación que permitan la implementación de la Estrategia “De Cero a Siempre”, y en el mediano plazo, de la política de atención integral a la primera infancia (Repetto F. , 2014). Expertos evalúan que el funcionamiento reciente de la Comisión ha sido excepcional en su trabajo intersectorial y su capacidad de convocatoria de los diferentes miembros, así como de dar visibilidad y sensibilizar sobre primera infancia (Bernal, 2013).
Además, las instituciones que conforman la Comisión Intersectorial tienen funciones propias. El Ministerio de Salud y Protección Social define la política, planes, programas y proyectos para la promoción de la salud, prevención de la enfermedad y vigilancia en la salud pública. El Ministerio de Educación Nacional define los lineamientos en las áreas pedagógicas y establece procesos de formación de talento humano. El Ministerio de Cultura define lineamientos y orientación para la participación y construcción de ciudadanía. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) tiene a cargo la operación de servicios en los Centros de Desarrollo Infantil en sus dos modalidades. El Departamento Nacional de Planeación acompaña técnicamente la formulación, implementación y evaluación de la Estrategia y la Presidencia de la República coordina el diseño, implementación, seguimiento y evaluación, de acuerdo con el Plan de Acción trazado por la Comisión.
A nivel territorial, es necesario que los planes de desarrollo en los departamentos y municipios, asuman y expliciten lineamientos básicos en relación con la Atención Integral a la Primera Infancia, respaldados por recursos económicos que den viabilidad a las acciones a emprender.
En total, Colombia invierte (0,3%) del PIB en atención a la primera infancia (Bernal, 2014). En 2012 (Ley Tributaria 1.607) la financiación para programas de primera infancia fue trasladada del impuesto parafiscal a la nómina destinada al ICBF por el impuesto Sobre la Renta para la Equidad- CREE a los dividendos de las firmas. La asignación para el ICBF debe ser como mínimo equivalente a su presupuesto en la vigencia fiscal de 2013 más ajustes de inflación y dos puntos porcentuales adicionales anualmente. Además, se autorizó la distribución de recursos del Sistema General de Participaciones para la atención integral a la primera infancia en los municipios del país, en los casos en que la economía crece por encima del 4%. Los efectos de esta reforma, que buscan asegurar sostenibilidad, están aún por ser evaluados y es la ejecución de los recursos enfrenta problemas en la práctica, relacionados al esquema institucional dado que son las oficinas regionales quienes realizan las contrataciones de los operadores (Bernal, 2014).
Finalmente, cabe destacar que la Comisión se encuentra avanzando en la tarea de unificar los sistemas de información a través del Sistema Único de Información de la Niñez (SUIN) que haría seguimiento a un poco más de 50 indicadores niño a niño, a medida que van siendo detectados por el sistema de atención.
De Cero a Siempre se propone lograr que 2.400.000 niños sean atendidos integralmente en el año 2018 (garantizando el 100% de cobertura de niños en pobreza extrema, en proceso de restablecimiento de derechos o víctimas del conflicto armado). Alcanzar esta meta manteniendo estándares de calidad constituye uno de los principales desafíos. Además, es necesario asegurar la sostenibilidad de la política (tanto a nivel presupuestario como de acuerdos políticos) y lograr una aplicación homogénea de los estándares de calidad en educación inicial (Repetto F. , 2013). Esto supone, también, que se incorporen ajustes para garantizar la efectividad del gasto y el aseguramiento de la calidad a través de descentralización con controles centrales. Finalmente, otro desafío lo constituye la incorporación de indicadores de insumos y productos (y no exclusivamente de resultados) en el SUIN y la inclusión de la agenda de planificación familiar maternidad responsable dentro del paquete de atención (Bernal, 2014).
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Observación General No. 7 Realización de los derechos del niño en la primera infancia